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Cómo una nueva mentalidad sostenible facilitará la construcción del futuro

Es importante invertir en construcción de edificaciones que reduzcan emisiones de gases efecto invernadero, pero es igual de importante, o más, crear un nuevo marco financiero y una nueva mentalidad que ayude a los inversionistas a dirigir sus fondos en este sentido.

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Hace años, cuando lideraba una división de negocios verdes en un banco privado, tuve oportunidad de compartir diálogos con varios profesionales que en aquel tiempo crearon el Consejo de Construcción Verde en Guatemala. Éste fue un paso en la dirección correcta en el sector de construcción, aunque durante mucho tiempo ha existido la necesidad de mayores incentivos para seguir por ese camino.

Estos incentivos ya están llegando, con un énfasis en cómo podemos invertir distinto, esto es, incluyendo de manera central en las inversiones un enfoque en la mitigación del cambio climático y aumentando la resiliencia de la infraestructura en los países de América Latina y el Caribe (ALC). Esto ocurre tanto a nivel de infraestructura social y financiera, como en la infraestructura física, como edificios y puentes.

Para entender este nuevo énfasis, necesitamos comprender e internalizar una nueva mentalidad que se basa en: a) asumir que necesitamos invertir de una manera en la que nuestras inversiones no coadyuven a que el cambio climático continúe avanzando, y b) reconocer que el cambio climático que ya ha ocurrido no es reversible y, por tanto, necesitamos invertir en activos que estén preparados para soportar el cambio climático que ya provocamos.

Esta visión y compromiso son absolutamente necesarios, en especial, en activos de la construcción que en países del Caribe y América Central se encuentran expuestos a riesgos muy altos por eventos extremos de carácter climático. Muchos cambios al negocio tradicional son precisos, como ya señaló el Sistema Guatemalteco de Ciencias del Cambio Climático en 2019.

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Al respecto, es importante invertir en infraestructura que reduzca emisiones de gases efecto invernadero. Al agregar las emisiones provocadas durante la construcción de edificios a las emisiones operacionales de tales edificios, el sector de la construcción representó el 38% del total de las emisiones globales de CO2 relacionadas con la energía. Por otro lado, el consumo en el transporte generó el 50% de las emisiones totales anuales de Guatemala, con datos de 2016.

Escalar la sostenibilidad y acción climática a futuro en el sector construcción tiene mucho más que ver con incentivos, riesgos, mercado financiero y mercadeo que con un enfoque exclusivo de certificaciones. Las certificaciones no deben ser la formula única de promover la construcción sostenible.

La aplicación del enfoque de sostenibilidad en construcción permite crear activos patrimoniales, o bien portafolios de inversión en infraestructura a largo plazo donde la exposición a riesgos sistémicos como el cambio climático es menor; esto representa un incentivo financiero central y de gran relevancia, porque dichos activos tendrán menor exposición a ese riesgo, de carácter sistémico y permanente. Ello resulta en portafolios a largo plazo de menor riesgo, de especial interés para los mercados de capital, fondos de inversión e inversionistas institucionales que invierten en activos de este tipo.

En BID Invest estamos trabajando con el sector privado de la región para propiciar una recuperación económica potente y sostenible post pandemia que permita escalabilidad y replicabilidad de mejores prácticas en la región. Por ello, junto con Banco Agromercantil (BAM) en Guatemala hemos diseñado una alianza que permitirá, a través de la combinación de nuestros servicios financieros y de asesoría, generar innovaciones en el mercado financiero al crearse productos financieros que brinden incentivos apropiados de mercado, tanto para proyectos de construcción sostenible, como para financiar la movilidad baja en emisiones.

Esta alianza se formalizó en el marco de la Conferencia Global sobre Cambio Climático 2021 (COP), en Glasgow, Escocia, y canalizará US$70 millones en financiamiento de BID Invest a través de BAM hacia el sector privado en Guatemala.

A través de esta alianza, se financiarán inversiones que permitan reducir las emisiones de gases efecto invernadero en construcciones, ahorrando al menos un 20% en energía, 20% en agua y 20% en materiales de construcción, tanto en la construcción como en la operación de los activos. Adicionalmente, se podrán financiar vehículos híbridos y eléctricos, y se espera ampliar financiamiento hacia otros métodos alternativos con cero emisiones para la movilidad urbana, que permitan capitalizar los esfuerzos públicos de creación de medios alternativos de transporte como las ciclovías.

BID Invest y BAM comparten valores orientados a la innovación y a romper paradigmas dentro del sistema financiero tradicional, que permitan el triunfo de los negocios sostenibles. Por ello, hemos creado una alianza ganar-ganar basado en unir esfuerzos, recursos y visiones compartidas para un objetivo en común, contribuyendo a su vez a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Organización de las Naciones Unidas.

Aún queda una brecha entre esta primera iniciativa y cómo transcenderla a nivel nacional para que más instituciones se sumen a este esfuerzo. Con iniciativas y alianzas como la de BAM, se potencia y acelera una nueva tendencia hacia el cambio que esperamos permita escalar el financiamiento de la construcción sostenible y movilidad baja en emisiones en Guatemala y en el resto de la región centroamericana. 

 

 

 

 

 

Escrito por

Jan Petter Eskildsen

Jan es Director de Servicios Financieros para Centroamérica, México y República Dominicana en BID Invest. Él se incorporó al equipo en 2017 para lider

Luis Alejandro Mejía

Luis Alejandro Mejía es Oficial Líder de Asesoría en BID Invest, donde coordina la práctica de Asesoría en Finanzas Sostenibles p

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