Infraestructura social

Los sistemas de salud públicos de América Latina y el Caribe cuentan con infraestructura y tecnología obsoletas. Se requieren al menos 100.000 millones de dólares para adecuar los hospitales, clínicas y equipos existentes. Otro reto es la inequidad, existen grandes diferencias de acceso y calidad de servicios de salud entre los países y dentro de ellos, entre las diferentes regiones.

La región tiene un mal desempeño en educación. En la última evaluación PISA, nuestros países ocupan el tercio inferior del ranking. Además, la infraestructura de educación también necesita mejoras, el 35% de sus estudiantes asisten a escuelas mal equipadas y gran parte de ellas se encuentran en áreas rurales.

Si bien los servicios de educación y salud son generalmente brindados por el sector público, las grandes necesidades de inversión hacen que los gobiernos necesiten ayuda. El sector privado puede traer la financiación y la innovación necesarios para reducir los grandes problemas de la región.

Las asociaciones público-privadas (APP) son otra forma de encarar proyectos de infraestructura de salud y educación de gran envergadura. El sector privado tiene una larga trayectoria en el desarrollo, la ejecución, el mantenimiento y la operación de activos relacionados con la salud y la educación y podría mejorar la eficiencia y la calidad de los servicios. El Grupo BID puede trabajar junto con los gobiernos para ayudar a desarrollar las estructuras y los marcos regulatorios de las APP para la inversión privada.

También trabajamos junto a empresas privadas para mejorar la eficiencia de sus operaciones, fortalecer sus prácticas de gobernanza corporativa y hacer que se posicionen mejor para el financiamiento comercial. El conocimiento de la región que tiene el Grupo BID y su experiencia en los sectores público y privado, combinados con nuestra capacidad técnica para crear productos financieros y no financieros innovadores, nos convierte en un socio estratégico para encontrar soluciones que impulsen el desarrollo de este sector.

No solo velamos por la viabilidad financiera de cada proyecto, sino también por su impacto social y económico a largo plazo. Consideramos aspectos ambientales y sociales, de igualdad de género, de cambio climático y gobernanza corporativa.