SE BUSCA: Empresas innovadoras para mercado de US$760 mil millones
Han pasado más de 10 años desde la primera vez que leímos sobre la base de la pirámide (BDP) y el gran e inexplorado mercado representado por este segmento socio-económico. La población de la BDP en América Latina y el Caribe vive con menos de US$10 al día, pero entre 2000 y 2010 se ha visto beneficiada por el crecimiento económico de la región y su ingreso ha aumentado desde entonces. El mercado de la base de la pirámide de América Latina ahora abarca 406 millones de personas y representa un mercado de US$760 billones. Un mercado a la espera de empresas innovadoras.
El primer mandamiento en la generación de impacto social
Por Pablo Antón Díaz, Oportunidades para la Mayoría El primer mandammiento para las empresas y organizaciones que quieran generar un impacto social, es adoptar mecanismo para medirlo. Todas las líneas tienen la longitud perfecta hasta el momento que son medidas, y lo mismo aplica para cualquier inversión de impacto social. Las anécdotas sobre un puñado de beneficiarios pueden ser instrumentos útiles para atraer la atención de cierto público o inversionistas, pero la única manera certera de constatar si el trabajo invertido realmente tuvo un impacto relevante sobre la vida de las personas atendidas es a través de la medición sistemática.
Las ideas contra intuitivas son la respuesta correcta para una empresa sostenible
La mayoría de ideas de negocio son formuladas por personas con ingresos altos. Muchos empresarios y académicos han escrito sobre los mínimos requeridos para que un modelo de negocio que sirve a la base de la pirámide sea exitoso. Aun así, varios de esos negocios fracasan. Si bien las razones del fracaso varían, la experiencia demuestra que la capacidad de observar, escuchar y entender los códigos sociales de la base de la pirámide es clave para formular y crear con éxito una empresa sostenible y rentable que se dirige a los mercados de bajos ingresos.
Compra una fruta en el mercado y te diré de qué árbol viene: agricultura sostenible
La semana pasada el mundo entero celebró el Día de la Tierra, y cada cual, lo hizo a su manera. Muchos montaron bicicleta al trabajo, otros utilizaron transporte público. Incluso algunos sólo compraron comida “local”. Y de una forma u otra, nos encontramos todos con la oportunidad de reflexionar sobre nuestro lugar en el mundo, considerar nuestras prácticas cotidianas y compromiso con el medioambiente y comunidad. Y se me ha planteado la siguiente pregunta… ¿de dónde vienen los productos que consumimos? Al hacer nuestra compra en el mercado, ¿conocemos realmente el ciclo de vida del alimento que pondremos sobre nuestra mesa?
Diversidad y rentabilidad financiera en la educación superior en Peru
Cómo la Universidad San Ignacio de Loyola en Lima ha conseguido revolucionar el acceso a la educación superior y ser competitiva Por Bettina Boekle, Especialista del BID en Sostenibilidad Social ¿Me creerías si te dijera que en una importante y prestigiosa universidad peruana el 97% de los estudiantes becados por el Gobierno se auto-identifican como indígenas y hablan en múltiples lenguas entre ellos? Sí, el 97%. Cada vez menos la educación superior está sólo al alcance de la clase alta peruana. Gracias al programa de ayudas al estudio Beca 18, Perú ofrece acceso gratuito a la educación superior para los estudiantes de familias de pocos recursos y áreas remotas del país, y la Universidad San Ignacio de Loyola (USIL) se está convirtiendo en una institución más diversa. Para poder ofrecer oportunidades de acceso menos convencionales -por ejemplo a una emergente clase media-, esta semana USIL y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) ponen en marcha un innovador fondo de garantía al estudio, junto con un manual claro de aplicación que parte del principio de valor compartido.
¿Cómo vencer el miedo de trabajar con la base de la pirámide?
Una de las razones por las que las empresas del sector privado y las instituciones financieras temen entrar al segmento de mercado de personas de bajos ingresos (la llamada base de la pirámide o BDP) es el riesgo que esto significa. El escaso conocimiento sobre los gustos y preferencia de esta población, así como la variabilidad de su ingresos es uno de algunos de los factores que desincentivan la entrada en mercados de la base y que han estigmatizado el segmento BDP como poco atractivo. Asumir el riesgo no solo requiere espíritu emprendedor sino también disposición gerencial para innovar. Innovar es sinónimo de cometer errores; acceder mercados de la BDP implica tener tolerancia a la dinámica ensayo-error.