La adaptación importa: El papel del sector privado en la adaptación al cambio climático
Los últimos años han demostrado que menos de un cuarto del total de las finanzas públicas climáticas, alrededor de US$ 25 mil millones en el año 2013, se fue a la adaptación. El sector privado es un gran inversionista en energía limpia y otras tecnologías de reducción GEI. Sin embargo, las inversiones que las empresas sostenibles hacen hacia la adaptación son menos evidentes y más difíciles de rastrear. Esto se debe a que las empresas no informan de lo mucho que invierten en hacer sus negocios más resistentes al cambio climático. De hecho, las empresas a menudo contribuyen a la adaptación sin darse cuenta al tomar continuamente medidas para mejorar su productividad con el fin de mantener su competitividad.
[caption id="attachment_4704" align="aligncenter" width="544"] A nivel mundial, hay una brecha grave entre finaciamiento publico disponible para adaptación al cambio climático y la necesidad real. Fuente: WRI[/caption]
El sector agrícola es un buen ejemplo de esto. La estimación de US$ 17-28 mil millones al año que América Latina y el Caribe tendrán que gastar en la adaptación para el 2050 tendrá que venir en gran parte de los sectores agrícola, abastecimiento de agua y de infraestructura. Sin necesariamente clasificarlo como "financiación a la adaptación", la asociación agroindustrial de Nicaragua promueve inversiones en la diversificación de cultivos y sistemas de riego eficientes. Tiene el fin de aumentar la productividad de cara a los fenómenos meteorológicos extremos, como la reciente sequía en el "corredor seco". El cambio climático va a exacerbar tales sequías en el futuro, por lo tanto, la inversión en el ahorro de agua es una buena manera de prepararse.
Otras empresas miran hacia el fortalecimiento de los productores en sus cadenas de valor con el fin de tener acceso a las materias primas confiables y de alta calidad, mientras que las condiciones de producción estén en constante cambio. En América Central, ECOM, uno de los mayores comerciantes de café del mundo se ha asociado con el BID para ayudar a los productores a hacer inversiones en sus fincas. Así van a poder combatir "la roya", que ha afectado hasta el 70 por ciento de las plantaciones en la región. Los expertos coinciden en que el cambio climático es uno de los muchos factores que aceleran el brote de la roya. Con la renovación de sus fincas en variedades más robustas y la mejora de la gestión agrícola en general, los cafeteros tendrán más posibilidad de adaptarse a otros posibles impactos del cambio climático.
Las empresas no deben dudar en realizar inversiones de adaptación similares, lo antes posible como se espera que los costos se dupliquen o tripliquen cada cierto año. Los instrumentos de financiación climática del sector privado del Grupo BID pueden ayudar a superar los altos costos de inversión inicial y los períodos de recuperación prolongados de las tecnologías resilientes al clima, proporcionando condiciones favorables de préstamos. Paquetes de asistencia técnica pueden construir, además, la capacidad de los productores para implementar las mejores prácticas que les ayudará a aumentar la resiliencia al cambio climático.
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