Enfrentando la tormenta: cómo BID Invest apoya la resiliencia del sector privado en el Caribe
Los pequeños Estados insulares en desarrollo del Caribe enfrentan una vulnerabilidad constante ante los choques ambientales, como se evidenció en noviembre de 2025, cuando el huracán Melissa azotó la región. El huracán desprendió techos, inundó plantas bajas e interrumpió el servicio eléctrico.
Solo en Jamaica, los daños se estiman en US$8.800 millones, equivalentes a aproximadamente el 41% del producto interno bruto (PIB) de 2024. La mayor parte de estos costos de reconstrucción recaerá sobre empresas y personas, lo que requiere soluciones innovadoras.
Gracias al financiamiento del Fondo Verde para el Clima (GCF), por sus siglas en inglés, BID Invest apoyará la recuperación poshuracán y contribuirá proactivamente a que el sector privado fortalezca su resiliencia ante futuros impactos climáticos.
¿Qué impacto tendrá este nuevo financiamiento?
Imagina una planta manufacturera mediana en Jamaica, la mañana después de una tormenta. Gracias al apoyo de BID Invest, la empresa renovará su fábrica con techos a prueba de huracanes y sistemas de respaldo de energía, e instalará los sistemas eléctricos críticos en plantas altas.
Después del próximo huracán, el edificio seguirá en pie. Incluso si un huracán de categoría 5 deja fuera de servicio la red eléctrica, la energía de respaldo de la planta mantendrá las operaciones en marcha, se cumplirán los pedidos y los trabajadores seguirán en nómina. Este escenario no es una fantasía: es el futuro resiliente que estamos construyendo.
Para acelerar este futuro prometedor, BID Invest destinará US$118,9 millones de financiamiento del GCF para aumentar la resiliencia de las empresas del Caribe y promover la sostenibilidad ambiental. Además de otorgar préstamos, capital y garantías, BID Invest ofrecerá asistencia técnica a las empresas para fortalecer su preparación en inversiones climáticas y desarrollar mecanismos financieros innovadores que impulsen la resiliencia y la adaptación.
Asimismo, BID Invest trabajará a nivel de mercado en estos países, junto con diversas asociaciones, para capacitar a sectores como el turismo, la agroindustria y el financiero en la incorporación de medidas de resiliencia.
El programa va más allá de los proyectos individuales y aborda desafíos sectoriales que contribuyen al desarrollo sostenible en el Caribe.
Vulnerabilidades estructurales
La mayor frecuencia e intensidad de los eventos climáticos adversos generan obstáculos para las economías caribeñas. Esto crea un ciclo que refuerza circunstancias interconectadas:
Presión sobre las finanzas públicas: con niveles de deuda pública que superan el 70% del producto interno bruto (PIB) en varias economías caribeñas, las cuentas públicas se ven afectadas.
Los choques sucesivos de huracanes y otros eventos climáticos severos dificultan una recuperación adecuada y agravan la situación fiscal, ya que los crecientes costos de reconstrucción terminan por impactar aún más el endeudamiento público.
Exposición al riesgo climático: los riesgos físicos relacionados con el clima se acentúan. Tormentas más intensas, inundaciones y fenómenos de erosión en las zonas costeras amenazan sectores clave como el turismo, la agricultura y la logística.
Restricciones del sector privado: el sector privado local enfrenta grandes retos para financiar la resiliencia. Los mercados pequeños y fragmentados reducen la escala, mientras que los sistemas bancarios imponen estrictos límites de riesgo.
Los bancos suelen preferir préstamos a corto plazo, pero los proyectos de resiliencia requieren financiamiento a largo plazo. Además, la mayoría de las instituciones financieras y empresas tienen poca experiencia en este tipo de proyectos.
El trilema del desarrollo en el Caribe

Adaptado de: Abordar el círculo vicioso: informe provisional del grupo de expertos sobre deuda, naturaleza y clima, 23 de octubre del 2024.
El reto es claro: las empresas del Caribe no pueden influir en la frecuencia ni en la intensidad de los huracanes futuros. Sin embargo, sí pueden mejorar la resiliencia de sus activos antes de que llegue la próxima tormenta, reduciendo así las pérdidas.
Los gobiernos enfrentan restricciones fiscales que limitan la inversión en infraestructura resiliente y el sector privado aún no ha cerrado esa brecha financiera.
El programa de BID Invest y el Fondo Verde para el Clima buscan abordar estas tres limitaciones interconectadas y reducir la vulnerabilidad a largo plazo de las empresas en la región.
La empresa manufacturera que reinicia la producción horas después del próximo huracán, manteniendo empleos y entregas, demostrará el alcance del financiamiento para el desarrollo cuando se enfoca en las restricciones sistémicas.
Este programa constituye el primer hito en la Hoja de Ruta para Pequeños Estados e Islas (S&I, por sus siglas en inglés) de BID Invest, que contempla movilizar aproximadamente US$5.000 millones en cinco años para construir infraestructura resiliente, ampliar el acceso al financiamiento y fortalecer los entornos empresariales en los países S&I.
El programa BID Invest-Fondo Verde para el Clima en el Caribe busca movilizar hasta US$400 millones, apalancando aproximadamente tres veces la contribución del Fondo. Este instrumento ofrece recursos de financiamiento combinados y asistencia técnica en cinco sectores: infraestructura, energías renovables, transporte, agricultura y economía azul.
El capital del Fondo Verde para el Clima proporciona asistencia técnica y soluciones de financiamiento combinado para ayudar a las empresas a transitar hacia operaciones sostenibles y resilientes. A través de esta facilidad del GCF, BID Invest contribuirá a cerrar brechas de financiamiento para inversiones elegibles, ofreciendo apoyo flexible y paciente, con capacidad para asumir riesgos.
Impulsando la inversión privada
Esta entrada de blog es la primera de una serie que muestra cómo BID Invest apoya al sector privado de la región en la preparación para la acción climática y la resiliencia. Por ejemplo, BID Invest colabora con la Bolsa de Valores de Jamaica y con otra bolsa líder para crear directrices locales y ofrecer capacitaciones que permitan a las empresas caribeñas emitir bonos verdes, azules y de sostenibilidad.
En Surinam, BID Invest trabajó con la asociación bancaria nacional, que agrupa a los 11 bancos del país, para desarrollar un Protocolo de Finanzas Sostenibles. Esta iniciativa introduce evaluaciones de riesgo climático, nuevos portafolios verdes y productos financieros para los no bancarizados.
En Guyana y República Dominicana, apoyamos el primer hotel certificado EDGE Advanced y lanzamos instrumentos financieros verdes para los bancos locales. Ambos proyectos utilizaron asistencia técnica para certificar estándares verdes o para cuantificar y divulgar riesgos de resiliencia, capacidades que estamos expandiendo en el Caribe.
Sobre la base de estos logros recientes y de los recursos del GCF, continuaremos ampliando la provisión de financiamiento combinado con asistencia técnica para ayudar a los bancos a desarrollar productos de crédito verde y apoyar a desarrolladores de proyectos de infraestructura y a empresas, incluidas las medianas y las lideradas por mujeres.
Esta estrategia pasa de las intervenciones caso por caso a un esfuerzo sostenido para superar las barreras estructurales que limitan el desarrollo del Caribe. El objetivo es garantizar que las empresas caribeñas puedan recuperarse rápidamente cuando llegue el próximo huracán.
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