Hay muchas perspectivas sobre la gobernanza corporativa de las empresas emergentes (startups) y las empresas en expansión (scale-up). Por eso, a los fundadores de estas empresas les sigue resultando difícil identificar las mejores prácticas de gobernanza, y fortalecerlas, durante la etapa inicial de crecimiento del negocio.

Adoptar el enfoque correcto para desarrollar las estructuras de gobernanza corporativa que se adecuen a las empresas jóvenes de rápido crecimiento implica encontrar un equilibrio entre la toma de decisiones ágil y sencilla, por un lado, y el nivel de supervisión necesario de la estrategia y los controles internos de la empresa, por el otro.

Por otra parte, un estudio reciente sobre las empresas emergentes brasileñas reveló que existe una gran incompatibilidad entre la percepción que tienen los fundadores respecto de la etapa de desarrollo de su empresa y la madurez de sus prácticas de gobernanza corporativa. En el estudio de Better Governance, realizado en colaboración con BID Invest y otras seis organizaciones, y publicado durante la Semana de la Sostenibilidad 2022 de BID Invest, se encuestaron a más de 140 empresas emergentes brasileñas con el objetivo de evaluar la aplicación de 24 prácticas de gobernanza corporativa en seis dimensiones, comparando la etapa de crecimiento de la empresa con su nivel de madurez respecto de la gobernanza.

Los resultados revelaron una gran desconexión entre esos dos aspectos, ya que el 60% de las empresas emergentes afirmaron que eran las más avanzadas, pero el 82% de ellas se ubicaban en las etapas iniciales de madurez en materia de gobernanza. Esta conclusión implica que las empresas emergentes y en expansión, no solo en Brasil, sino posiblemente en toda la región, no comprenden ni aplican las prácticas de gobernanza adecuadamente.

El estudio se está extendiendo a otros países, y BID Invest, a través de su institución asociada BID Lab, está invitando a las empresas emergentes y en expansión a que participen en él para reforzar sus conclusiones. Se espera que los resultados del análisis de los niveles de madurez de la gobernanza en el ecosistema empresarial de ALC muestren los avances logrados hasta ahora y destaquen las oportunidades de fortalecer la gobernanza de dichas empresas en la región a medida que buscan atraer más fuentes de capital.

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Con el objetivo de zanjar la brecha de conocimiento, durante la Semana de la Sostenibilidad, se llevó a cabo un panel de debate específico sobre el tema de por qué la gobernanza es importante para las empresas innovadoras en crecimiento, con la participación de Evan Epstein, director ejecutivo del Centro Hasting de Derecho Empresarial (Universidad de California), Carol Lacombe, jefa y directora de la comunidad de Valor Capital Group, y Nelson Azevedo, líder del área de empresas emergentes de Better Governance, y moderado por Magdalena Coronel, directora de inversiones de BID Lab.

Respecto de las empresas emergentes y en expansión, independientemente de su etapa de crecimiento actual, los panelistas coincidieron en que la gobernanza corporativa debe establecer un equilibrio de poder entre los fundadores y los inversores que les permita a ambos trabajar estrechamente en beneficio de la empresa. Debe manejar las tensiones de intereses que pueden surgir entre ambos por discrepancias sobre los objetivos de maximizar el retorno de la inversión o la cartera de la empresa, por ejemplo.

El Directorio es el órgano de gobernanza más importante de una empresa, ya que constituye el vínculo entre los fundadores y los inversores. Su composición es crucial para garantizar su eficacia como impulsor de la estrategia y supervisor de su aplicación. Es habitual que el Directorio de las empresas emergentes y en expansión esté compuesto inicialmente por los fundadores y que luego se sumen inversores de la fase inicial.

En el panel se habló de cómo la dinámica del Directorio de dichas empresas debe cambiar al ritmo del crecimiento del negocio:

·           Los Directorios de las empresas emergentes en la fase inicial deben darle libertad de movimiento a los fundadores, con controles recurrentes para verificar que están siguiendo la estrategia.

·           Al pasar a la etapa de inversión semilla o de Serie A, los fondos de capital de riesgo están más atentos a los Directorios, en particular a los asuntos que se tratan en su ámbito en comparación con los que aborda la gerencia.

·           Para las inversiones de la Serie B y C, los fondos de capital de riesgo esperan que las prácticas sean más sofisticadas; por ejemplo, la presencia de comités que respalden la función de supervisión del Directorio.

El panel también comentó que a menudo hay falta de directores independientes y un bajo nivel de diversidad en los Directorios de las empresas emergentes y en expansión, lo que puede dar lugar al pensamiento de grupo y a la falta de separación entre el Directorio y las operaciones que supervisa. La incorporación de miembros independientes al Directorio contribuye en gran medida a romper esa dinámica y garantizar el cumplimiento eficaz de sus funciones estratégicas y de supervisión. 

En general, tanto los fundadores como los inversores iniciales de ambos tipos de empresas deben saber que la gobernanza corporativa es un camino progresivo que apoya continuamente el proceso de toma de decisiones estratégicas y la supervisión de una empresa y, por ende, contribuye a incrementar su valor a largo plazo. Del mismo modo en que el volumen y la complejidad operativa de una empresa cambian, también deben hacerlo sus estructuras de gobernanza, en particular la función de su Directorio.