Tres desafíos que debemos superar para liberar el potencial del hidrógeno verde
Varios países de América Latina y el Caribe cuentan con capacidades generación de energía renovable, abundantes recursos de agua y otras condiciones favorables para diversificar las matrices de generación eléctrica y descarbonizar segmentos industriales intensivos en uso de energía. Superar barreras legales, regulatorias, financieras, técnicas, y de mercado puede llevarlos al liderazgo mundial de esta energía limpia.
Hacia una manufactura baja en emisiones: el caso de Honduras
La manufactura es uno de los principales rubros generadores de divisas y empleos en Centroamérica. Los precios actuales de la energía renovable y la adopción de prácticas eficientes empiezan a abrir el camino a una manufactura baja en carbono que podría brindar acceso a mercados de exportación.
El tren del hidrógeno verde viene imparable en América Latina y el Caribe
El hidrógeno verde puede revolucionar tanto la energía como la industria y el transporte de la región, y posicionarla como polo global del llamado “vector energético del futuro”. Aún así, existen importantes retos para su despliegue sostenido que debemos tener en cuenta.
Cómo América Latina está liderando en las energías renovables
Son precisos pasos audaces e inmediatos para que las empresas y economías puedan aprovechar el poder transformador del sector privado mientras nos esforzamos por cumplir nuestros compromisos de cero emisiones netas en el marco del Acuerdo de París.
Cómo usar las baterías para acelerar la descarbonización
No puede haber un desarrollo óptimo de la energía renovable sin una mejor tecnología de almacenamiento. Nuevas soluciones como los sistemas de almacenamiento de energía en baterías (BESS) contribuyen a fomentar esta tecnología.
Impulsando las exportaciones mientras se reducen las emisiones de CO2
Además de ofrecer diversos incentivos fiscales, aduaneros, normativos y de otro tipo a los inversores, las zonas francas y los parques industriales de América Latina y el Caribe suman un beneficio cada vez mayor: menores emisiones de CO2 gracias al autoabastecimiento de energía renovable para la producción.