Mundo BID: Infraestructura social en el Caribe, energía y efectos de la pandemia sobre la igualdad
¿Cómo pensar la resiliencia en la infraestructura social del Caribe?
Cada año el Caribe pierde en promedio, el 2% de su capital social en infraestructura debido a desastres por amenazas naturales. En los países con más alto riesgo, como Monserrat y Bahamas, por ejemplo, cada año se pierde aproximadamente un 5% de capital social en infraestructura, lo que indica que, a este ritmo, cada 20 años estos países estarían obligados a reconstruir la totalidad de su capital social en infraestructura.
Cifras como estas evidencian la magnitud del desafío que tenemos por delante, pero ¿por dónde empezar? Un primer paso muy importante es la transferencia de conocimiento a nivel regional, tanto en lo relativo a riesgos, como a las estrategias de solución. Compartir evidencia y soluciones innovadoras, en nuestra opinión es clave. A continuación exploramos esta problemática en el Caribe.
Según el informe de OCHA “Desastres naturales en América Latina y el Caribe” de 2020, entre los años 2000 y 2019 un total de 330 tormentas afectaron la región del Caribe, incluyendo 148 tormentas tropicales y 181 huracanes (un promedio de 17 huracanes por año), de los cuales 23 alcanzaron la categoría 5, afectando a un total de 34 millones de personas. Las tormentas que afectan a Centroamérica y al Caribe son cada vez más potentes, produciendo un aumento de las precipitaciones y tormentas de mayor intensidad.
La mayor frecuencia e intensidad de estas tormentas en la región significa que hay menos tiempo para la recuperación entre eventos. En 2019, por ejemplo, Dorian se convirtió en el huracán atlántico más poderoso del que se tenga constancia que haya impactado directamente en una masa continental.
Cinco cosas que debes saber sobre el sector energía en América Latina y el Caribe
18 millones de personas no cuentan con acceso a la energía eléctrica en América Latina y el Caribe. En el año 2030, no debería haber ni un solo ciudadano de América Latina y el Caribe sin electricidad. Esta cifra es equivalente a la población de Nicaragua, Costa Rica y Honduras, o cerca de la población total de Ecuador.
18 millones de personas no tienen acceso a luz eléctrica por la noche y tampoco pueden mantener refrigerado sus alimentos, o pueden acceder a otros servicios. La región, no obstante, ha avanzado de manera notable en la última década para aumentar la tasa de electrificación.
Según datos publicados en el Hub de Energía, la región incrementó su cobertura de un 52% en 1970 al 97,2% en 2019. Un logro que, sin duda, ha transformado la vida de los habitantes de la región. Como resultado, América Latina y el Caribe se ha convertido en una de las regiones con mayor cobertura eléctrica en el mundo.
La pandemia aumenta la desigualdad en América Latina
La desigualdad en América Latina creció durante la pandemia. Así concluimos en un estudio de próxima publicación en el que destacamos cómo —en el año 2020— se revirtió la tendencia de reducción de pobreza y mayor igualdad iniciada hace 20 años.
En el estudio nos basamos en datos generados a partir de encuestas de empleo y hogares de las últimas tres décadas. Para el año 2020 se cuenta ya con información para 10 países -que incluyen a alrededor del 75 por ciento de la población de la región- y de ellos se derivan las tendencias más recientes.
Hasta donde sabemos, se trata del primer estudio en producir resultados con base en fuentes primarias de datos levantadas por los institutos de estadística nacionales en plena pandemia.
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